Un 20 de julio de 1862, nace en Chiautla de
Tapia, Puebla este personaje que antes de ser diplomático fue un destacado
político y legislador, que luchó en la Revolución, que fue miembro de la
generación 1915 que tuvo por mérito la
reconstrucción del país después de la ola revolucionaria de 1910-1917; y, maestro
de origen egresado de Instituto Normal del Estado, que se vincula al activismo
político con los hermanos Serdán.
Por fortuna en Puebla y en México se conocen cada
vez más reconocimientos a la labor diplomática y humanista del poblano Gilberto
Bosques Saldívar (1892-1995). En Europa tiene muchos, recordamos en Marsella el
Presidente Enrique Peña y el entonces Presidente de Francia Francois Hollande
hace pocos años develaron una placa para denominar una Plaza Gilberto Bosques, o la calle que lleva su nombre en el barrio
Donau-City de Viena a iniciativa del Dr. Kristian Kloy y el Centro de
Documentación de la Resistencia Austriaca; el nombramiento otorgado en su
memoria ”Justo entre las Naciones” por la autoridad mundial para la memoria de
los héroes y mártires del Holocausto; documentales,
muestras fotográficas de la comunidad judía en agradecimiento a la tradición de
asilo y solidaridad de nuestro país; homenajes organizados por fundaciones
internacionales; y poco antes de su muerte en 1995, su nombre grabado en el
muro principal del H. Congreso del estado de Puebla.
Hace unos días el CDE del PRI se suma a estos
homenajes para honrar la memoria del distinguido poblano Don Gilberto Bosques
Saldívar, en esta ocasión con la presencia de su nieto Gilberto Bosques Tistler.
Cómo no impulsar este tipo de eventos, si la
aportación de Don Gilberto Bosques Saldívar al estado de Puebla fue muy
importante. Fue diputado al Congreso Constituyente en Puebla (1917) por el
distrito II de Puebla, diputado federal
por el distrito 7 de Izúcar de Matamoros y por el distrito de Acatlán,
Presidente del Partido Nacional Cooperativista filial Puebla, editorialista y
años después director del el periódico El
Nacional.
Una etapa histórica parte-aguas en nuestro
estado, que sigue investigándose en Puebla, se presenta cuando en 1935 la
Alianza Revolucionaria de Obreros y Campesinos del Estado de Puebla, la más
fuerte organización de su época y brazo electoral de la FROC, lo postula como
candidato a Gobernador de Puebla para los comicios internos del entonces PNR, pero
Maximino Ávila Camacho también fue postulado por la Confederación Campesina
Emiliano Zapata; relatan los estudiosos que sobrevino entonces una de las “más
brutales represiones jamás vista en Puebla” hasta entonces, que consignan
agresiones e intentos de asesinarlo, finalmente se consuma el “triunfo” de
Ávila Camacho y fue designado en 1938 por el Presidente Lázaro Cárdenas Cónsul
de México en Paris.
Y ahí una más de sus aportaciones, tras la
Guerra Civil española miles de españoles huyeron a Francia luego de la derrota
republicana. Y Bosques inicia su labor diplomática brindando apoyo a los
españoles. En una Europa para entonces convulsionada por la Segunda Guerra Mundial
pronto tiene que extender su auxilio a refugiados antinazis y antifascistas de
Austria, Italia, Yugoeslavia rescata de la muerte a cerca de 40 mil personas,
mujeres, niños y niñas otorgándoles una visa mexicana y abriendo las puertas de
México; sufre el acoso de espías e
infiltrados.
La persecución judía se intensifica, los
oculta, los documenta y les otorga las facilidades para salir de Francia;
México rompe relaciones con Francia Bosques se encarga de la nota de ruptura,
es tomado preso junto con su familia y los miembros de la legación mexicana por
el gobierno nazi y recluidos por un año en una localidad alemana, al alcanzar
su libertad regresa a México donde lo esperaban en la estación del tren miles
de hombres y mujeres que fueron salvados por él. Su actuación histórica.
Después fue nombrado titular de la
representación mexicana en Portugal, Suecia, Finlandia, Cuba. Solicitó su
retiro del servicio diplomático al Presidente López Mateos.
Cuando cumplió 102 años en una entrevista en
La Jornada declaró: “México vive hoy una contrarrevolución que arranca desde
Ávila Camacho. No se trata de vivir atado al pasado, sino de tomar la
dialéctica del tiempo y poder observar las transformaciones históricas. Yo he
dicho muchas veces que es bueno ser revolucionario, es bueno haber sido
revolucionario, pero mucho más importante es seguir siendo revolucionario”
Tuve la
fortuna de conocerlo y a mi paso por el Congreso del Estado como diputada, logré
la reedición de su libro “Artículos, Conferencias
y Discursos” cuya primera edición fue de 1994. Enriquecimos este libro en su
segunda edición que salió a la luz con motivo del Centenario de la Revolución
Mexicana en 2010, con información de su familia: su hija Laura que siempre lo
acompañó hasta su muerte y Alejandro Manjarrez; y con un Prólogo de la autoría
de Jorge Arrazola que retrata con su pluma la enorme riqueza de vida de Don
Gilberto Bosques.
Nuevamente
y con motivo del aniversario de su nacimiento, recomiendo este texto y ver el
documental que produjo Lillian Liberman “Visa en el Paraiso”.
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.blogspot.com