El PRImero de los tres debates presidenciales, después de 24 años de haber sido instaurado este mecanismo en los procesos electorales, se llevó a cabo.
Diversas expectativas fueron construidas en su entorno. Escuchamos de todo, desde los que aseguraban incluso lo que iba a suceder durante el debate entre los/a aspirantes: que si “cuatro contra uno”… que era la “última oportunidad” para algunos…que habría toda una batería de insultos…que el manejo de uno de ellos iba a ser desoír todo lo que dijeran, para no perder la cordura; y otros, señalando: que si Anaya era el mejor “debatista”… que si López Obrador solo respondería con su “amor y paz” como lo ha hecho durante la campaña… que si Meade es el más preparado y con una larga experiencia en el servicio público…o que la urgencia es, conocer las propuestas y cómo resolverán las prioridades que nuestro país tiene. Comentarios que seguro volveremos a escuchar previo a los próximos dos debates restantes.
Cuando allá por el año de 1994 iniciaron los debates, imaginaba llegar a atestiguar -como seguramente muchos/as mexicanos- un verdadero intercambio de ideas en el que se confrontaran propuestas de cada candidato/a, de manera que sirviera para conocer su visión del país, saber sus prioridades y evidentemente sus diversas posturas para fundamentalmente tener claro ¿Cómo? enfrentarían y resolverían esas prioridades que -por supuesto- deberían corresponder, a las preocupaciones y necesidades ciudadanas, así, podría cumplirse con el objetivo de proporcionar información a quienes votamos, para definir su voto.
Sin embargo, durante todos estos años el objetivo no acababa de consolidarse: “proporcionar elementos a los ciudadanos/as para que puedan emitir un voto informado y razonado”, algunos opinaban que se debía al formato rígido de los debates, que no habían variado tanto desde su origen.
Hoy, hay que mencionar que el formato anunciado para este proceso electoral, presentado como “innovador, más dinámico e interactivo” mejoró bastante. El INE definió que habrá 3 debates, cada uno abordará temas diferentes.
En este PRImero, el tema que debatieron fue “Política y Gobierno”, dividido en tres subtemas: combate a la corrupción e impunidad, seguridad pública y violencia y democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad. Incluidos sin duda en este debate, los temas que hoy son exigencia ciudadana: la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana refleja que la seguridad, es una de las principales preocupaciones en nuestro país y las peores calificaciones que México ha obtenido en materia de corrupción en el último año según el Índice de Percepción de la Corrupción, así como las consideraciones de la OCDE y el G-20 sobre México en estos temas.
Siempre pensé también desde que se instauraron, que los debates debían confrontar ideas a partir de ideologías. Cada postura y/o propuesta debería diferenciarse una de otra, a partir del marco ideológico sostenido por cada uno de los partidos políticos que los postulara. Hoy, con las coaliciones y candidaturas comunes; para diferenciar posturas, lo que nos puede servir es conocer las Plataformas Políticas que cada partido político registra ante las autoridades electorales, para saber cuál será el enfoque y conocer los acuerdos, que asumidos por los partidos políticos coaligados, determinen el diseño de políticas públicas que ejercerán cuando sean gobierno.
Por eso necesitamos informarnos y conocer cómo ejecutarán sus acciones en caso de ganar.
Más allá de las muchas opiniones que empezamos a escuchar y la pregunta común acerca de quien ganó el debate.
¿Que observamos en este PRImer debate?
Que el formato mejoró bastante. Más dinámico, ágil y fluido…más atractivo. Aunque seguramente como muchos, en varios momentos me perdía en los tiempos que se iban marcando.
¿Hubo respuestas concretas a preguntas concretas?
Algunas, habrá ahora que profundizar en cada una de las que sí se dieron, incluso en la propuesta que me remitió al Medioevo del candidato Jaime Rodríguez Calderón, y también considerar que hubo muchas sin responder, ejemplo, el candidato López Obrador no tuvo respuestas, estuvo evasivo, divagando, incluso disperso y errático.
Lo importante es que sin duda este debate nos permitió claridad sobre la personalidad y carisma de cada candidato/a.
Que sus comentarios y propuestas, dieron cuenta clara también, sobre las credenciales que tiene cada uno para enfrentar la problemática del país.
Que a lo mencionado debemos sumar algunos otros elementos, como el conocimiento sobre el país, su experiencia, su vocación de servicio, sus historias públicas y hasta sus historias de vida, ya que no es menor la responsabilidad que asumirán y tampoco es menor la decisión que habremos de tomar ya que se trata del futuro de nuestro país y del desarrollo de nuestras familias.
También me parece que veremos la reorientación y/o relanzamiento de algunas de las campañas políticas, porque es el momento de posicionar e incluso puntualizar señalamientos sobre lo abordado en este PRImer debate.
Todos estos elementos nos servirán para continuar construyendo la decisión que tomemos al cruzar nuestro voto razonado el primer domingo de julio.
Palabra de Mujer Atlixco
@rgolmedo
rociogarciaolmedo.blogspot.mx