Un problema que se ha
convertido en un fenómeno social, sin duda lo es, el desprestigio que pesa sobre
la política, los partidos políticos y quienes los integramos. Ello suma, para
la elección que se avecina en Puebla. Una elección altamente competitiva.
Recuperar la confianza no
es una tarea fácil, pero puede lograrse si empezamos por enfrentar ese gran
desafío.
Una profunda reflexión del
Dr. Diego Valadés, nos puede llevar a comprender uno de los factores de su
origen, que nos ha encaminado hacia esa pérdida de confianza.
En su texto “El Control del Poder” sobre la lucha por el poder, la lucha contra
el poder y la lucha en el poder, menciona: “un problema de nuestro tiempo es
que a veces los agentes políticos confunden sus papeles naturales. Se dan casos
de partidos políticos que entienden que la función de la oposición va dirigida
contra el poder, cuando en rigor debe orientarse contra otros partidos
políticos, incluido el que desempeña las funciones del poder. La confusión es
contraproducente (…) porque cuando esos partidos finalmente llegan al poder se
encuentran con que en la ciudadanía ya se construyó un sólido rechazo al poder per se, que acaba operando en contra de
quienes parecían representar una opción diferente en cuanto al ejercicio del
poder” (Valadés, 2006).
Este error exacerba las
campañas electorales ya que con el afán de derrotar a los oponentes, se hace
uso de cualquier instrumento y mecanismo para lograrlo; y la sorpresa viene
después, cuando lo que se acaba dañando es “el delicado tejido de la confianza
ciudadana en el ejercicio de la política y en la viabilidad de las
instituciones.”
Refiero lo anterior,
justamente derivado de que ello obligaría a todos los partidos políticos a
reconsiderar sus estrategias; sin embargo me remitiré a mi partido político: el
PRI.
El PRI ha determinado como
candidata al Gobierno del estado de Puebla a la actual Senadora Blanca Alcalá.
La importancia de esta determinación no sólo radica en que por primera vez en
la historia de Puebla, el PRI -partido mayoritario- postule a una mujer, ya que
este solo hecho abre una enorme oportunidad de triunfo; su importancia radica también,
en que en el PRI, justamente las mujeres, hemos abanderado desde hace ya
algunos años, la urgencia de cambiar las formas de hacer política. Una política
cercana a la gente, sensible a sus necesidades y de desarrollo incluyente y sostenible.
Y ese motor de cambio en
el nuevo escenario político de Puebla es Blanca Alcalá, con una formación
académica muy sólida y en paralelo con una formación político-partidista desde
hace más de tres décadas siempre al lado del PRI; puede enfrentar justamente
ese nuevo escenario político actual poblano, y convertirse -con el respaldo de
todas y todos los ciudadanos- en la primera gobernadora del estado Puebla el
primer domingo de junio.
Ella, en el ejercicio de
sus responsabilidades en el servicio público y en la representación
política ha aplicado esa una nueva forma de hacer
política que tiene que ver también, con modelos de conducta, sin perder los
ideales políticos que se ejercen a diario en el comportamiento personal, y que
necesariamente inciden en las políticas públicas, para el ejercicio de un
gobierno que sea realmente sensible a las demandas ciudadanas, que perciba las
necesidades y las atienda; sin confundir la lucha por el poder, con la lucha
contra el poder y la lucha en el poder.
Examina qué es lo que
merece preservarse y qué hace falta cambiar, dónde han estado las
equivocaciones; cuenta con una gran claridad para continuar fortaleciendo al
estado de Puebla pero buscando el bienestar de las familias. Tenemos con ella,
la certeza de la responsabilidad en el ejercicio del poder.
El proceso no será fácil
sin duda. Al interior el PRI construye el proceso de unificación con sus
estructuras, sectores y organizaciones y grupos políticos. Pero con una
salvedad, todos los priistas y las
priistas sabemos qué objetivo queremos alcanzar, y este objetivo se convierte
en un primer factor para la unificación, para la inclusión y para la
construcción de alianzas; y ahí es cuando con madurez, sobre todo con
institucionalidad y con un verdadero sentido de la emoción, de la ilusión, de
la esperanza, y no de la obsesión,
estamos haciendo política, comunicándonos, hablando, conversando, argumentando,
reflexionando cada cual desde su trinchera el por qué debemos unificarnos, ser
incluyentes y hacer alianzas, cómo lo ha convocado el Presidente Beltrones.
Al exterior construyendo la
nueva estrategia de acercamiento con los ciudadanos y ciudadanas, con los
actores sociales, organizaciones, movimientos sociales, medios de comunicación,
etcétera. Dejando
atrás prácticas de exclusión que cerraron la puerta al dialogo y a la libertad
de opinión.
Para ambos procesos -el
interno y el externo- tenemos el acompañamiento de un perfil que nos favorece
para este momento político el de Blanca Alcalá.
Muchos y muchas también
estarán pensando que lograr el proceso transformador en beneficio de Puebla,
lleva tiempo y que el gobierno que elegiremos sólo será de un año ocho meses, y
tendrán razón, sin embargo esa no es razón para no empezar. Las condiciones
actuales de Puebla lo exigen.
Sin dejar de visualizar
las muchas variables que se entrecruzarán dentro y fuera del PRI, en ningún
momento los priistas y las priistas podemos olvidar que en Puebla hay un nuevo
escenario político favorable para nosotros.
Ello exige del esfuerzo de
todos y todas. Pongamos en práctica todos nuestros saberes porque no debemos,
ni podemos desaprovechar esta oportunidad. A ello estamos convocados; y en el
PRI estamos preparados para enfrentar
una lucha electoral, con una candidatura que de entrada ya es fuerte y
paralelamente continuar construyendo consensos.
En esa nueva forma de
hacer política, todos y todas las priistas queremos ganar, no sólo por ganar,
sino porque queremos la garantía de gobernabilidad, estabilidad y sensibilidad
en el próximo gobierno de Puebla.
@rgolmedo
Fb: Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.blogspot.com
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