Hace unos días el
periódico NG Noticias publicó una
nota firmada por Erick Almanza Ferrer, en la que señalaba que el Presidente
Municipal de Puebla llamaba “… a que los partidos políticos presentaran
propuestas concretas para resolver el tema de violencia de género y para dar un
empoderamiento para las mujeres.” (25/10/2017)
Llamado contradictorio cuando otras voces han mencionado
“no politizar” o incluso que algunos partidos -no dicen cual- están usando el
tema como “bandera política” y me parece que es un llamado que ha tenido muchas respuestas y propuestas concretas, desde diversas
voces que se alzaron en lo individual y de organizaciones civiles desde hace ya,
algunos años; casi desde los inicios del sexenio anterior, en el que las violaciones
constantes a los derechos humanos de las poblanas y poblanos de todos los
niveles, implicaba necesariamente, que tarde o temprano el tejido social se
rompiera y la impunidad y corrupción permeara hasta niveles de tragedia social.
Una y otra vez señalamos
la necesidad de reconocer que en el estado de Puebla se vive una grave
problemática de violencias en contra de las mujeres. Ahí están los datos, partamos
tan sólo de algunos que señala la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016) en materia de violencias.
Cuatro de cada 10 poblanas de 15 años o más, sufren violencias
por parte de sus parejas (44.33%). El
64.3% declaró haber sido víctima de un incidente de violencia a lo largo de su
vida, lo que implica que aproximadamente seis de cada 10 poblanas mayores de 15
años han sufrido violencia.
Las muertes violentas de
mujeres en Puebla ha venido aumentando desde el año 2013, tan sólo en lo que va de este año 2017, se
han documentado al día de hoy, 87 feminicidios y más de 200 desapariciones de
mujeres.
Esas voces constantes
fueron haciendo visible la problemática
que las autoridades estatales omitieron atender durante muchos años y por
fin, han empezado a reconocer la magnitud de la problemática que provocaron por
la falta de atención y ahora sí, la necesidad de medidas urgentes para atender
y poner freno al contexto de violencia que se vive en el estado de Puebla;
así, las actuales autoridades estatales
han intentado el diseño de algunas acciones dispersas lamentablemente. Tal vez
por ello, nuevamente, el pasado 20 de octubre, la CNDH solicitó a INMUJERES y a la Secretaría Ejecutiva de dicho
Sistema Nacional, “que en todo el estado de Puebla sea declarada la Alerta de Violencia de Género contra las
Mujeres (AVGM) para que las autoridades de dicha entidad cumplan con su
responsabilidad de atender la problemática de violencia feminicida, en el marco
de los derechos humanos, y garantizar que todas las mujeres gocen de una vida
libre de violencia.”
Por ello una vez más y
ante el llamado del Presidente Municipal, reitero solo 3 de los muchos ejes de atención
que se requieren:
1. El diseño de las políticas públicas deben ser integrales y focalizadas, que atiendan todos y cada uno de los ejes de esta
problemática y le corresponde diseñarlas, ejecutarlas al Gobierno del Estado, y
hacerlas obligatorias a todos los niveles de gobierno y que las asuman los
Poderes Legislativo y Judicial. Urgente su institucionalización.
2. Requerimos un marco jurídico integral. Se sugiere
una revisión íntegra al marco legal que protege y garantiza los derechos
humanos de las mujeres. Un trabajo profesional, serio y responsable para dejar de hacer solo parches a diversas
leyes, provocando incluso antinomias. Es importante que los grupos de
asesores de legisladoras y legisladores estudien el Informe recién presentado
por parte de la CNDH donde da cuenta de algunos faltantes en las leyes
poblanas, así como el Diagnóstico que en esta materia se tiene en INMUJERES, y
con ello armonizar y homologar, una serie de normas jurídicas que prevean la
protección de derechos que cotidianamente son violentados incluso por las
mismas instituciones, y que provocan alguno de los tipos y modalidades de
violencias en contra de las mujeres, hablo de los derechos de acceso a la
justicia, protección a la salud, a la vida a la libertad y a la autonomía
reproductiva, la violencia obstétrica, la violencia política, entre otros, sin
dejar de atender la parte en la que deben incorporar en el Código Penal
sanciones para los funcionarios/as encargados de impartir justicia que
entorpezcan indagatorias.
3. Si hay un rubro que provoca sin la
menor duda, todo tipo de violencias en contra de las mujeres es el embarazo en adolescentes. Las cifras de
embarazos en adolescentes en Puebla es “escalofriante” Del número de embarazos el
19.1% corresponde a embarazos en adolescentes, y a la alza. Hay por lo tanto
que capacitar y sensibilizar a los prestadores de servicios públicos de salud
con enfoque cultura, género y derechos humanos, sin estigmas, ni prejuicios, ni
racismos. Habrá que prever el ampliamiento de la gama de métodos de
anticoncepción. Implementar Protocolos de acceso a métodos anticonceptivos y considerar
su abasto en todas las unidades de salud pública en el estado y que el servicio
se otorgue de manera humana, libre de estigmas y prejuicios, reducirá la
violencia que se ejerce en contra de las jóvenes mujeres y con ello se estaría implementando acciones de
prevención por la presencia -como ha sido- de feminicidios de mujeres
adolescentes embarazadas. Puebla ha
presentado a esta fecha 5 casos de jóvenes mujeres embarazadas asesinadas por
sus parejas.
Esperamos ahora no sólo llamados, sino
que ahora sí se tomen en cuenta las voces de todas y de todos. Seguiremos
proponiendo, pero también exigiendo que
las autoridades asuman y cumplan “de una vez por todas” su responsabilidad en
esta problemática. Comprométanse.
rociog@prodigy.net.mxPalabra de Mujer Atlixco
@rgolmedo
rociogarciaolmedo.blogspot.com