Puebla
se ha convertido en una zona donde la inseguridad aumenta día con
día. Homicidios, feminicidios, robos, linchamientos, extorsiones,
secuestros, robos a ductos de PEMEX, comandos armados, ejecuciones.
Los
medios de comunicación, escritos, televisivos, por internet, todos,
dan cuenta diaria de hechos delictivos y se están convirtiendo en
“páginas rojas.” A pesar de ello, no alcanzan a dar constancia,
de todos los delitos que se cometen diariamente en nuestro Estado.
Lo
más grave es que no se percibe la acción de
las instituciones que dicen “preservan la
seguridad de los poblanos.” ¿Será que la única medida especial a
esta gravísima problemática que presentan todos los municipios del
estado de Puebla, por parte del Gobernador del Estado como
responsable del Poder Ejecutivo, sea contratar 150 policías? ¿Sólo
para Puebla? ¿Y el resto de nuestro Estado?
Lo
que si se percibe, es un vacío de las autoridades en el combate de
la inseguridad. Lo que sí se percibe, es que
los poblanos y las poblanas no vemos intención
de diseñar una política de Estado, que ataque las causas
estructurales de la violencia. Lo que sí
percibimos, es la nula voluntad política para
resolverlo. Lo que sí percibimos, es
corrupción e impunidad.
Y se está perdiendo un tiempo muy valioso. Día a día se sigue
rompiendo el tejido social.
La
sociedad poblana demandamos, una política de Estado contra el crimen
y la inseguridad, y una estrategia contra el delito.
Y
podría argumentarse insuficiencia de recursos económicos, sin
embargo encontramos, que durante el período del 2012 al 2016, que
corresponde al gobierno de Rafael Moreno Valle, ha recibido por
parte del Gobierno Federal en el Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), la cantidad de: 1
mil 456 millones 854 mil 302 pesos (Fuente:
Ley de Egresos del estado de Puebla de los años 2012, 2013, 2014,
2015 y 2016).
También
encontramos que se han asignado a la
Secretaría de Seguridad Pública del presupuesto estatal: 7 mil 824
millones 419 mil 112 pesos entre el 2012 al
2016. (Fuente: Ley de Egresos del estado de Puebla de los años 2012,
2013, 2014, 2015 y 2016).
De
manera que no han sido pocos los recursos económicos asignados,
¿En qué ha aplicado el gobierno actual, estos 9 mil 281 millones
273 mil 414 pesos? Porque los poblanos y las
poblanas no los vemos reflejados en nuestra seguridad. ¿A qué se
debe entonces la crisis de inseguridad que vivimos los poblanos y las
poblanas? No lo sabemos.
Aún
más, nos
dijeron que los arcos de seguridad fueron hechos como medidas de
seguridad. ¿De
qué ha servido disponer 549 millones 721 mil 886 pesos, para su
construcción, en los municipios: Altepexi, Atlixco, Huejotzingo,
Palmar de Bravo, Cuapiaxtla de Madero e Izúcar de Matamoros? ¿Qué
ha sido detectado por estos arcos de seguridad? ¿Se han detenido a
delincuentes, sustancias, drogas, hidrocarburos, que cruzan por
ellos? Tampoco lo sabemos.
Lo
que sí sabemos, es que todos los días encontramos evidencias de que
la seguridad en Puebla ha empeorado.
Lo
que sí tenemos los poblanos y las poblanas, son cada vez más
preguntas: ¿Habrá algún diagnóstico sobre los delitos cada vez
más violentos en Puebla? ¿Habrá registros sobre índices de
homicidios, feminicidios, robos, linchamientos, extorsiones,
secuestros, robo de hidrocarburos, comandos armados, ejecuciones? Si
los hubiera, -sin ser experta en esta materia- ¿Por qué no se
diseña una política pública integral para enfrentar el combate a
la inseguridad pública? ¿Por qué no se ha diseñado una política
pública específica, en base
a las propias particularidades que como Estado
tenemos, dirigida a la prevención y atención, que incida en las
zonas donde se reportan los incrementos mayores de inseguridad?
En suma ¿Por qué no hay políticas de seguridad que vayan más
allá, para atender la crisis de inseguridad pública que vivimos?
Muchas
preguntas, pocas o nulas respuestas.
Los
ciudadanos y las ciudadanas no estamos
satisfechos, nos sentimos inseguros, ahora,
hasta en nuestro entorno más cercano, queremos resultados.
Urge
que las autoridades en
esta materia tengan interés para hacer
esfuerzos integrales.
Urge
la voluntad política para enfrentar la
inseguridad y reconstruir el tejido social.
Tal
vez una buena demostración
de voluntad política, para quienes habitamos en el estado de Puebla
sería, que el gobernador del Estado, Rafael
Moreno Valle, ante la crisis de inseguridad, asuma
el mando de la policía, lo
que está previsto
como una de sus facultades y obligaciones, en la Fracción X del
Artículo 79 de la Constitución Política poblana “en
aquellos casos que éste juzgue como de fuerza mayor o alteración
grave del orden público” el momento que
vivimos lo amerita.
A
los poblanos y las poblanas nos urge, que se nos regrese nuestra
tranquilidad personal y familiar.
Palabra
de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.blogspot.com
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